Suena el despertador: 6:00 A.M.
23 de Diciembre. Como todas las mañanas, bajo a la cocina. Pienso en desayunar, pero no me sienta bien la comida en el agua. Subo corriendo y me visto. Hace una temperatura de ambiente agradable, por lo cual el agua probablemente este acojonantemente fría. No importa. Bajo, cojo mi bici y salgo.
Esta semana ha habido un temporal con viento poniente y el parte da olas limpias de dos metros para hoy, habiendo cesado ya el viento. A las 6:45 llego a Las Redes. El olor de pan recién hecho en la Talega minutos antes de abrir me recuerda incluso más al desayuno, pero me acuerdo de la mala pasada de hace ya casi un año y me resisto a la tentación de comer.
Me asomo a ver las olas: un buen pico de casi dos metros un poco a la derecha de la bajada con una buena izquierda, el primer gran swell del año. Perfecto. Está amaneciendo, pero no ha salido todavía el sol. Vuelvo lo más rápido que puedo a casa y cojo mi tabla, una 6' 1'' con dos meses de antigüedad.
Llamo a un par de colegas, quedamos ahí en las redes. El viaje de mi casa a la playa se me hace eterno, pensando que cada ola que hay en la playa es una ola perdida. Llego a la playa. La arena está fría, como siempre. El cielo esta un poco nublado, pero despejará, por ahora todo bien. Ni una pizca de viento.
Las primeras series de la mañana dan a entender que va a ser un buen dia, asi que me pongo el neopreno rápido.
Cuando llego a la orilla llegan mis dos colegas también listos para entrar. Los usuales paddleboarders ya están en el agua, pero a excepción de ellos no hay nadie más. Me pongo el invento y me meto. El frío es muy molesto en las manos y los pies, descubiertos al agua helada, pero da igual. Me sumerjo para evitar la rompiente de un par de olas, llegando al pico. A lo largo de la mañana cojo varias olas, algunas con sus respectivos revolcones jeje, y me paso toda la mañana en el agua.
Llegadas las 12:00 ya no puedo más y estoy congelado, el neopreno triboard es bueno, pero no tanto. Lo único que se me pasa por la cabeza es secarme y comer, así que me despido de mis dos amigos, salgo, me preparo, y subo a la talega a comer algo.
La siesta en mi casa me espera, al igual que la sesion de tarde en la playa.
23 de Diciembre. Como todas las mañanas, bajo a la cocina. Pienso en desayunar, pero no me sienta bien la comida en el agua. Subo corriendo y me visto. Hace una temperatura de ambiente agradable, por lo cual el agua probablemente este acojonantemente fría. No importa. Bajo, cojo mi bici y salgo.
Esta semana ha habido un temporal con viento poniente y el parte da olas limpias de dos metros para hoy, habiendo cesado ya el viento. A las 6:45 llego a Las Redes. El olor de pan recién hecho en la Talega minutos antes de abrir me recuerda incluso más al desayuno, pero me acuerdo de la mala pasada de hace ya casi un año y me resisto a la tentación de comer.
Me asomo a ver las olas: un buen pico de casi dos metros un poco a la derecha de la bajada con una buena izquierda, el primer gran swell del año. Perfecto. Está amaneciendo, pero no ha salido todavía el sol. Vuelvo lo más rápido que puedo a casa y cojo mi tabla, una 6' 1'' con dos meses de antigüedad.
Llamo a un par de colegas, quedamos ahí en las redes. El viaje de mi casa a la playa se me hace eterno, pensando que cada ola que hay en la playa es una ola perdida. Llego a la playa. La arena está fría, como siempre. El cielo esta un poco nublado, pero despejará, por ahora todo bien. Ni una pizca de viento.
Las primeras series de la mañana dan a entender que va a ser un buen dia, asi que me pongo el neopreno rápido.
Cuando llego a la orilla llegan mis dos colegas también listos para entrar. Los usuales paddleboarders ya están en el agua, pero a excepción de ellos no hay nadie más. Me pongo el invento y me meto. El frío es muy molesto en las manos y los pies, descubiertos al agua helada, pero da igual. Me sumerjo para evitar la rompiente de un par de olas, llegando al pico. A lo largo de la mañana cojo varias olas, algunas con sus respectivos revolcones jeje, y me paso toda la mañana en el agua.
Llegadas las 12:00 ya no puedo más y estoy congelado, el neopreno triboard es bueno, pero no tanto. Lo único que se me pasa por la cabeza es secarme y comer, así que me despido de mis dos amigos, salgo, me preparo, y subo a la talega a comer algo.
La siesta en mi casa me espera, al igual que la sesion de tarde en la playa.
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